Aventuras de biólogo: Muestreando urogallos en Rumanía ~ Bioblogia.net

13 de noviembre de 2022

Aventuras de biólogo: Muestreando urogallos en Rumanía


Aquellos meses (¿años?) de pandemia y confinamiento en 2020 y 2021 fueron duros para todo el mundo, pero creo que lo fueron especialmente para la gente biofriki como tú y como yo, castigados en casa sin recreo natural.

Por eso me hizo especial ilusión mi primera escapada aventurera en condiciones tras la pandemia, en septiembre de 2021: 

10 días pateando una zona especialmente biodiversa de los Cárpatos, en Rumanía, contratado como colaborador en el Censo Nacional de Urogallo que se hace cada varios años en ese país.


Mira qué feliz se me ve ahí con mi palo

Compartí algunos momentos por estas stories de instagram y, más tarde, a través del boletín, pero nunca terminé de publicarlo en el blog. Y, sin embargo, creo que merece la pena describir aquella experiencia de forma más detallada por aquí. ¿Por qué?

Porque, al menos para mí, el que te paguen por ir de aventuras es una de las ventajas más chulas de nuestra profesión. Si opinas lo mismo, quizá mi experiencia te sirva para conseguir oportunidades similares.

Así que esta semana voy a sacrificar el rato del boletín y voy a invertir ese tiempo en compartir contigo en detalle aquella chulada de aventura. Una experiencia espectacular que creo que pongo en el top de trabajos que he disfrutado como mercenario de la biología.


Huellacas de oso


El objetivo era recolectar datos sobre la presencia, abundancia y distribución del urogallo (Tetrao urogallus) en Rumanía. 

Zwerger-r-leben, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons


El urogallo no es tonto y elige vivir en sitios bonitos: zonas montañosas con bosques de coníferas y abundancia de bayas. Así que los organizadores del muestreo habían seleccionado 600 cuadrículas de 500 x 500 m de ese tipo de hábitat, distribuidas por toda la cadena montañosa de los Cárpatos en Rumanía.

Estas cuadrículas se repartieron entre varios equipos de ornitólogos. Mi equipo (2 eslovacos, un checo y un español entran en un bar...) se encargó de 48 cuadrículas en la parte norte de los Cárpatos (en Transilvania, Moldova y, principalmente, en Bucovina).

Puntos de muestreo



Cómo funciona el trabajo de campo

Las cuadrículas estaban agrupadas en polígonos de seis y, de esas seis, había cuatro prioritarias y dos opcionales. 

Dependiendo de lo escabroso del terreno, en -pocas- ocasiones daba tiempo a hacer más de cuatro al día. Casi siempre, la aproximación al polígono requería varias horas de caminata/cuasi-escalada... ¡ida y vuelta, claro!

Un ejemplo de cuadrículas y sus respectivos transectos

El trabajo se realiza en parejas: Dos personas muestrean juntas cada cuadrícula. 

Para poder controlar el esfuerzo de muestreo entre participantes, teníamos que rastrear, al menos, durante una hora, caminando una ruta de, al menos, 1 km dentro de cada cuadrícula. El muestreo terminaba cuando se alcanzaban ambos objetivos. 

Es curioso, pero casi siempre conseguíamos hacer exactamente 1 km en 1 hora, sin casi mirar el gps o el reloj: obviamente es el ritmo óptimo para rastrear.


Una típica mañana de muestreo


Caminábamos en paralelo, a unos 20 - 50 metros el uno del otro, buscando activamente señales de urogallo (huellas, excrementos, plumas, huevos... y, con suerte, las mismas aves). 

Priorizábamos, dentro de cada cuadrícula, los hábitats con mayor potencial para encontrar señales: los límites superiores de bosques maduros de coníferas, salteados con prados de montaña y pastos alpinos. 

¡Bonus si había enebro y arándano!

En este páramo casi fuimos devorados por perros pastores, pero sus dueños llegaron a tiempo y nos agasajaron con queso fresco y sal. Carrusel de emociones.

Una parte muy chula del muestreo era que también debíamos anotar todas las aves de otras especies que viésemos o escuchásemos durante todo el día. ¡Bicheo disfrutón! 

Yo, que estoy bastante flojo en cantos, aprendí un montón en diez días de prácticas ;)

Huellas y señales

Las huellas y plumas se solían encontrar en caminos de montaña, senderos de animales y otras zonas con barro y poca vegetación. 

Los excrementos los solíamos encontrar en posaderos obvios: tocones de árboles o bajo ramas horizontales, normalmente en la parte interior de las lindes del bosque. 

Excrementos no muy recientes de urogallo.



Ese extremo blanquecino, debido al ácido úrico, denota que estos excrementos sí son recientes (de hecho, vi volar al macho responsable)

A veces encontrábamos pilas de excrementos más pequeños en huecos bajo árboles caídos - esos solían pertenecer a otra especie de interés: El grévol común (Tetrastes bonasia).

Prácticas de montaraz

Para aprender a reconocer rastros y señales, nada sustituye a salir al campo todo lo posible. Y si puede ser con alguien que sepa, mejor que mejor. 

De todas formas, en el campo siempre surgen dudas, así que nosotros intentábamos llevar referencias para estar preparados. Te comparto las aplicaciones y referencias que más usé yo en este viaje:

  • La Collins. Guía de aves imperativa. Tengo varias copias en inglés y español, y sin embargo, esta vez lo que más he usado ha sido la app. Es estupenda para confirmar cantos y comparar especies parecidas.
  • También usábamos Xeno-canto, que viene especialmente bien porque, a veces, las aves tienen acento regional, como mi extremeño, y en esa web puedes encontrar cantos de muchas zonas.
  • Otra app que uso mucho en general para identificar cantos es BirdNet. En este viaje no ha sido muy útil, porque casi nunca teníamos cobertura, pero para practicar viene genial.
  • Para distinguir las plumas, usábamos esta web.

Algo que también usamos un montón en este viaje es este CD que compré en una gasolinera. Es un poco tortura, pero las risas cantando los estribillos merecieron la pena.

Esas referencias las usábamos para eso, para estudiar, salir de dudas zoológicas y confirmar observaciones. 

Ahora te hablaré un poco de otras herramientas que utilizamos para tomar datos y orientarnos en el campo.

La app estrella del muestreo era OpenBioMaps, básicamente, nuestra libreta de campo.


Atrás quedaron aquellas horas interminables de pasar datos al ordenador a partir de libretas de caligrafía ilegible y emborronadas de barro y mosquitos aplastados… 

Aunque seguro que coincides conmigo en que da algo de miedo confiar los datos de campo directamente a bits en el teléfono, la verdad es que este sistema ahorra aburridas horas de picar datos y evita muchos errores.

En el caso de un proyecto a gran escala como era este censo a nivel nacional, usar esta app es una forma muy inteligente de coordinar y homogeneizar el trabajo de decenas de rastreadores.

En cualquier caso, tanto mis compañeros como yo disfrutábamos usando también nuestras libretas de campo, no sólo como “copia de seguridad”, sino también como diario cada noche. 

Creo que nunca jubilaré mi libreta analógica del todo, por muy mala que sea mi letra.

Lo mejor de esta app es que puedes diseñar tus propios formularios y así crear tu propia base de datos. O dicho de otro modo: es una herramienta muy interesante para coordinar tu propio proyecto de monitoreo medioambiental (pero de esas ideas ya hablaremos en algún otro artículo)

Con las siguientes imágenes lo vas a tener más claro. Así tomábamos nota de las observaciones de urogallos en la app (esas coordenadas las he puesto al azar ahora desde casa):




Y este otro es el formulario que usábamos para las observaciones ocasionales de otras especies de aves:



Luego, cada noche, mientras cenábamos cosas ricas de la gastronomía rumana, nos conectábamos a internet, sincronizábamos las observaciones de la jornada, y recordábamos el top de risas del día.

Apps para orientación

Hoy toca ese peazo bosque. Y ahí dentro las calles no tienen nombre.

Como contaba más arriba, el protocolo exigía que muestreásemos al menos un kilómetro durante al menos una hora por cada cuadrícula. Esos muestreos geoposicionados debían subirse luego a la base de datos (los famosos “tracks” que graba el GPS).

De modo que, para orientarnos y medir nuestro esfuerzo de muestreo usábamos varias aplicaciones más:
  • Google maps y mapy.cz para llegar a nuestras cuadrículas y conducir por Rumanía en general.
  • Y una vez en el campo, para medir mi recorrido y planificar las rutas yo utilizaba GPX Viewer Pro, en el que había descargado mapas muy detallados de toda la zona, más útiles para orientarse y planificar que el mapa base del GPS que también llevaba. Con esta app, también guardaba los tracks en el teléfono.
Una vez en casa, tocaba descargar los tracks y añadirlos a los formularios de OpenBioMaps.

Para hacer esto hay muchos programas y estuve probando algunos nuevos, pero al final usé el que tengo más por la mano, el BaseCamp de Garmin.



Lo que hice fue usar los tracks del GPS (más precisos) y, ayudándome de los del teléfono, seleccioné los transectos exactos para cada cuadrícula, recortando las partes que no entraban en el muestreo, como por ejemplo las aproximaciones a las cuadrículas... o la incursión en algún bar cuando se me olvidaba apagar el GPS 😅

Y por último, renombré todos mis tracks, siguiendo esta forma cuidadosa y ordenada que ya te he compartido en alguna biotapa (hay que aprovechar los detalles fáciles para dar una buena impresión profesional), y los añadí a mis observaciones en OpenBioMaps.

Ahora todas nuestras observaciones están a disposición de la comunidad científica y de la conservación
en esta plataforma.

¡Misión cumplida!


Algunas conclusiones interesantes de esta experiencia



Cuando compartí las primeras fotos por instagram, mucha gente me escribió preguntándome qué hay que estudiar o qué cursos de rastreo hacer para que te contraten en un trabajo así.

Yo no tenía ningún curso o certificado en concreto. Nunca antes había rastreado/muestreado urogallos. Lo que tenía eran dos cosas:
  1. Experiencia demostrable trabajando en el campo
  2. Amigos comunes que confirmaron esa experiencia y me recomendaron a quienes dirigían el proyecto.
En realidad, como has visto en las fotos, no es difícil reconocer excrementos de urogallo y tampoco hay muchas especies con las que puedas confundir esa gallina negra gigante en vuelo. 

Así que, para un trabajo tan concreto como este, pues no hay que ser un fuera de serie. Sólo hay que cumplir unos mínimos para el proyecto específico… (en este caso, reconocer los rastros y señales de una especie concreta, algo que se puede aprender muy rápido) y pasar el test del aeropuerto, es decir, ser el tipo de persona con la que apetece irse diez días de aventuras.


Dream team!

Resumiendo, si me baso en mi experiencia, te puedo decir que la mejor estrategia para conseguir este tipo de trabajos temporales sería la misma que recomiendo para la mayoría de empleos: Busca a gente que ya lo esté haciendo o lo haya hecho y pégate a esas personas.

Sal al campo, practica y aprende, y haz amigos. Es verdad que llegar al nivel de los pros es difícil (yo sigo siendo un “fake ornithologist” para los cabrones de mis amigos), pero no cuesta nada empezar ya, por tu cuenta, con internet, guías y unos prismáticos.

Además, como has visto, no todo es bota, y toca también usar tecnología: el gps, GIS, enredar con los datos…

Eso tiene sus ventajas:
  • Puedes aprender desde casa, sin urogallos. Mañana mismo.
  • Casi todas las apps que he nombrado son gratis.
  • Son habilidades que casi nunca te enseñan en cursos formales.
  • Son habilidades fáciles de aprender, pero que mucha gente campera aún no controla y eso te puede dar mucho valor en un equipo, aunque no tengas aún mucha experiencia rastreando.
  • Y si das un paso más y aprendes a usar esos datos, tu perfil tendrá muchísimo más valor y tendrás acceso a empleos más estables (¡Con 10 días de sueldo al año no se puede vivir!).
Lo más importante: Seguro que hay por ahí montones de cursos chulos de rastreo y prácticas organizadas, o incluso másteres del universo varios… ¡apúntate a todo lo que puedas y disfruta! ¡Claro que sí!

Pero ten en cuenta:

👉 Aprovéchalos sobre todo para conocer gente, que es lo que realmente abre las puertas a oportunidades temporales como ésta y a otras más estables.

👉 Estas habilidades tienen muy poco mercado por sí solas, a no ser que tengas nivel dios, y tendrás que complementarlas con otras (yo recomiendo las técnicas).

Pero si no tienes tiempo o dinero, o no encuentras ningún curso que mole, no conoces a nadie que te lleve al campo… no te quedes esperando.

Sal al parque con el teléfono y empieza a jugar con todas esas apps que te he contado, y con iNaturalist, Observation...

La mejor estrategia, siempre, es empezar ya: usar tus ganas y tu curiosidad para ganar experiencia por tu cuenta, con tu propio proyecto.



Así que pregúntate...

👉 ¿Qué podrías mejorar a tu alrededor?












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