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19 de enero de 2024

Cómo irte de expedición con Operation Wallacea: Aventuras, conservación y amistad

¡Hola! Soy Cristina y te voy a contar mi experiencia con Operation Wallacea. El año pasado estuve con ellos de expedición en el Parque Nacional Krka y fue una experiencia increíble. Es voluntario pero te dan alojamiento, comida y gastos de transporte. Aprovechando que están reclutando para las expediciones de este año, te cuento mi experiencia y te doy algunos consejos extra si quieres irte unas semanas de expedición con ellos.

Pero primero una breve descripción del puesto para que sepas de qué hablo:

  • ¿Qué hice? Monitorear la biodiversidad en cuevas dirigiendo grupos de estudiantes
  • ¿Dónde? Yo estuve en el Parque Nacional Krka en Croacia pero hay expediciones por todo el mundo (México, Sudáfrica, Madagascar, Indonesia, Perú)
  • ¿Cuándo? En verano, entre junio y agosto
  • ¿Cuánto tiempo? 10 semanas es lo que dura la expedición pero puedes solicitar irte menos tiempo.

Si te interesa, ve a la web y echa un ojo 👀. Luego vuelve que te contesto las preguntas que te hayan surgido y mi experiencia un poco más detallada.

1. Ok Cris, he ido a la web y hay un montón de puestos para solicitar ¿Cómo sé qué puesto quiero? ¿Y qué requisitos hacen falta?

Si te has parado a leer esta pregunta lo normal es que tengas dudas. Y no pasa nada, yo también las tenía: ¿Por qué tengo que decidir entre un grupo de animales u otro? ¿Por qué no puedo simplemente hacerlo yo todo y aprender de todo? Bueno, el consejo que te doy es que primero te fijes en tu CV y solicites el puesto con el que más cómodo te sientas, el que mejor se adapte a tu CV. Yo, por ejemplo, solicité el de mamíferos. Si crees que podrías realizar más de uno, te recomiendo que lo elijas en función del sitio al que te gustaría ir. Yo elegí Sudáfrica porque es uno de los lugares del mundo con mayor biodiversidad de grandes mamíferos.

Al final me asignaron para ir a Croacia a estudiar cuevaaaAAaAAAAaaahhs! ¡¡PERO SI LA ÚLTIMA VEZ QUE ESTUVE EN UNA CUEVA FUE CUANDO TENÍA 9 AÑOS EN UNA EXCURSIÓN DEL COLE!!

** * SPOILER ALERT: terminé haciendo casi de todo.

Luego volvemos a eso, el caso es que no te lo pienses mucho, al final son ellos los que deciden.

Consejo extra: Si quieres ir a Croacia, te recomiendo el puesto de herpetólogo o el de quiropterólogo.

2. ¿Cómo puedo mejorar el proceso de solicitud y hacer que me elijan?

En realidad no hay nada especial que hacer más que rellenar el formulario de la web y que tu perfil se ajuste al puesto que estás solicitando. Por supuesto, es más probable que te elijan si tienes experiencia previa o si ya has trabajado con ellos; y para ciertos puestos sí necesitas certificados: buceo, anillamiento, etc. También tienes más posibilidad de que te elijan si vas a estar la temporada completa.

En mi caso, como ya he dicho no tenía experiencia previa en cuevas ni había tenido contacto con Opwall antes de Croacia, pero mi perfil le gustó a la encargada de selección. ¿Por qué? Por lo que descubrí después, el puesto de cuevas es el más difícil de cubrir porque necesitan a gente más multidisciplinar y experimentada - yo era la mayor de todos mis compañeros jejeje. Por un lado necesitas saber de geología e invertebrados pero también de mamíferos, reptiles e incluso de aves. Por otro lado, requiere experiencia previa con estudiantes por si hay que lidiar con problemas de claustrofobia o lesiones dentro de la cueva.

Consejo: Hazlo cuanto antes, no esperan hasta el final del plazo para seleccionar el personal.

3. Ya he rellenado el formulario y mandado mi solicitud. ¿Cuándo y cómo sé que me han aceptado?

Yo mandé mi solicitud un 29 de marzo y me contactaron el 18 abril, casi tres semanas después (casi se me había olvidado). Cuando me escribió Rachel, la manager de campamento, me preguntaba si me interesaba el puesto de "Cave Surveyor" y ya me mandaba un montón de información, vídeos sobre OpWall y hasta el informe del año anterior en Croacia. En ese mismo email, Rachel me proponía una videollamada. Yo respondí enseguida diciendo que por supuesto que me interesaba y que podríamos hacer la videollamada esa misma semana. No lo voy a llamar entrevista porque no lo fue en realidad, al menos en mi caso. Cuando recibes ese email es que ya te han seleccionado, solo queda reafirmar la selección con la videollamada.

Consejo: Empápate bien del contenido que te manden para que luego puedas hacer preguntas durante la videollamada.

4. ¡¡BIEEEEEEEN!! ME HAN SELECCIONADO ¿ Y ahora qué? ¿Qué tengo que preparar?

Recibirás más contenido e instrucciones sobre como será el trabajo durante tu expedición con Opwall por email. También tendrás que dar dos referencias para que rellenen un formulario con preguntas sobre ti y tu experiencia profesional. Tendréis un webinar preparatorio con algunos consejos generales sobre qué llevar y cómo actuar con tus compañeros y los estudiantes (algunos serán menores de edad). El webinar no hace falta que lo veas en directo porque lo puedes ver más tarde pero es bastante útil.

También tendrás que mandar un Certificado de Delitos de Naturaleza Sexual - no sé si está bien elegido el nombre. El caso es que con certificado digital lo puedes obtener de forma gratuita en la página web del Ministerio de Justicia.

En cuanto a seguro, ellos cubren el seguro médico pero te recomiendan que lleves tu propio seguro de viaje. Si no recuerdo mal, los de IATI no están nada mal de precio.

¡Ah! Y habrá un día en el que darás una charla a los estudiantes y tus compañeros así que prepara una presentación. ¿Sobre qué? Sobre cualquier tema relacionado con la conservación que te interese.

Consejo: Yo fui a Croacia y no necesité ningún papel ni vacuna extra. Mira bien todo eso aunque supongo que Opwall se encargará de informarte.

5. Ya estoy haciendo la maleta. ¿Qué me llevo?

En el webinar preparatorio os dan algunos consejos - no hagas caso a eso que dicen de llevar 16 camisetas, no es necesario a no ser que quieras lucir una camiseta diferente cada día.

Llévate sobre todo ropa cómoda para estar por la casa y ropa de campo, la típica camisa de expedición me fue especialmente útil. Es mejor llevar pantalones largos y finos para el campo y cortos para el día libre o el tiempo que estés en casa. Lo normal es que haga calor pero una sudadera y un impermeable tampoco te van a sobrar, a principios de junio todavía hace frío por las noches. ¡¡No te puedes olvidar el frontal y los prismáticos!!. Yo me pude llevar navaja porque iba en tren pero si vas en avión, no factures solo por ella. Es probable que uséis el día libre para ir a nadar a alguna cascada de los alrededores así que llévate el bañador.

De calzado yo llevaba unas buenas botas de campo, unas zapatillas normales de deporte y unas sandalias de las que agarran todo el pie - me valían para estar dentro de la casa y fuera.

Consejo: si tienes hamaca, aunque sea una de 10€ del decathlon, llévatela, te vendrá genial para ver culebras de cuatro rayas (Elaphe quatorlineata) en el jardín mientras lees.



6. ¡Qué emoción! Ya tengo todo listo ¿Cómo llego al sitio? ¿Me pagan ese viaje?

Hay un punto de encuentro donde te recogen pero hasta ahí tienes que llegar por tus propios medios. En el caso de Croacia es el aeropuerto de Split. Allí nos recogió un minibus y nos llevó hasta el centro base de operaciones, una casa preciosa y enorme con jardín en medio del Parque Nacional Krka. Yo viajé en bus y en tren porque desde mi casita centroeuropea era lo que mejor me salía pero el resto de mis compañeros viajó en avión.

El viaje en sí no te lo pagan sino que te dan 100€ (en el caso de Croacia) para que los uses como gastos de transporte.

Consejo: Si no te llega con los 100€ pregúntales si pueden pagarte un poco más, si te dicen que no pregunta si conocen algún tipo de beca para cubrir el viaje.

Yo muy contenta (y un poco nerviosa) subiendo al bus que me llevaba a Zagreb

7. Y una vez que llegue ¿En qué consiste el puesto? ¿Cómo es el día a día?

Básicamente en llevar a cabo un estudio de la biodiversidad del Parque Nacional Krka, liderando estudiantes. Es decir, hacer el seguimiento de un grupo de animales con estudiantes que aprenderán de ti 😎

Los primeros días son los más tranquilos, disfrútalos todo lo que puedas porque aún no habrán llegado los estudiantes. Estaréis solo los líderes de cada estudio y los coordinadores - habrá 3 o 4 personas más experimentadas que os ayudarán con los seguimientos. Usaréis ese tiempo para conectar entre vosotros y aprender y poner a punto el resto de la temporada: preparar los transectos, aprenderse la metodología con ayuda de los coordinadores, proponer actividades extra y terminar esa presentación que con tanto jaleo no has podido acabar antes. Después llegan los estudiantes que se quedan 7 o 14 días.

Cada día diriges un grupo diferente de estudiantes y tendrás que llevarlos desde el campamento al transecto que toque ese día, hacer el transecto y volver. Dependiendo del día, del transecto, del grupo de estudiantes y del tipo de estudio, eso os llevará entre 3 y 5h, la mayoría no más de 4h. Lo mismo durante 6 días, pero cada día el transecto es diferente y el grupo de estudiantes también. El séptimo día los estudiantes lo usan para ir a Skradinski buk, una cascada muy famosa del Parque Nacional. Tú puedes ir con los estudiantes a la cascada, quedarte a descansar en la casa y charlar tranquilamente con tus compañeros, o hacer una excursión por vuestra cuenta.

Consejo: Hay sitios muy chulos alrededor, preguntad y descubriréis que el Parque Nacional es una pasada. ¡¡Nosotros organizamos una subida al pico más alto de Croacia, el Dinara!!

Escalando el Dinara con Irena, Joe, Polina y Wouter

8. ¿Qué tipo y cuántos estudiantes vienen a las expediciones de Opwall?

Tienen edades de entre 15 y 22 años. La mayoría son de UK pero vienen también de Norteamérica (Cánada y USA) y del resto de Europa. Los más pequeños hasta 18 años, son de instituto y se quedan 7 días. Los mayores son estudiantes universitarios de carreras relacionadas (biología, ambientales, geología, etc) que estarán 14 días. Puede que haya alguno tomando datos para su tesis, esos se quedarán 6 semanas.

Al menos en mi caso yo conseguía conectar mejor con los universitarios, en general están más interesados y aprovechan la expedición mucho más. Aunque hay de todo, especial mención para Tristán que con 17 años y después de estar una semana con nosotros como alumno de instituto, quiso quedarse otra como "Research Assistant" y estuvo recogiendo datos para ir a un congreso de herpetología. Ole! 💃

Cómo ves, cada semana tendrás estudiantes nuevos pero no hay un número fijo. Por ejemplo, en mi caso hubo una semana que tuvimos 10 estudiantes y la semana siguiente hubo 56, no había suficientes camas así que tuvimos que colonizar el jardín con tiendas de campaña. Yo dormí en mi hamaca con una mosquitera que me dejó mi amiga Holly, para ese entonces ya hacía buena temperatura y se podía dormir fuera sin pasar frío. ¡AaaaahHh! 😱 Es verdad, casi se me olvidan los mosquitos. Hay muchísimos, todos tuvimos picaduras durante toda la expedición, ni repelente ni nada (llévatelo por si acaso), los mosquitos croatas están hechos de otra pasta.

Hamaca con mosquitera improvisada

9. ¿Y el resto del tiempo que no estamos en el campo?

Depende del estudio que estés haciendo. Hay algunos que se hacen por la mañana, otros por la tarde y otros al atardecer o por la noche, por ejemplo el de murciélagos. Cuando no estás en el campo, hay un tiempo para presentaciones (por ejemplo, mi compañera de cuevas, Chelsea, y yo, exponíamos una presentación a los estudiantes sobre las cuevas del Parque Nacional a las 10 de la mañana todos los días), ver lo que han captado las cámaras trampa o medir esa serpiente gato que os habéis encontrado en la salida nocturna - cada equipo con su tema.

Hay una pequeña parte del día que tenéis que dedicaros a tareas del hogar. Cada día te tocará una distinta y lo harás con un grupo de estudiantes también - en realidad, ellos son los que tienen que limpiar y tú dirigirlos MUAHAHA 😈. Un día os tocará servir la comida, otro fregar el baño y otro limpiar los platos, pero en general no os llevará más de una hora.

Y ahora sí, el resto del tiempo lo puedes usar para descansar en tu hamaca en el jardín o para acompañar a tus compañeros en sus estudios. Puedes ir con el que más te interese, te guste o simplemente para ayudarlos si ese día tienen un grupo de estudiantes especialmente grande. En mi caso me encantaba ir con los ornitólogos 🐦, Frank y Wouter, a capturar aves y ayudarlos a montar las redes y con los herpetólogos 🐍, Jake e Irena, a hacer los transectos de reptiles porque (1) tenían los mejores horarios compatibles con mis expediciones espeleológicas y (2) los reptiles en Croacia son 👌 - ¡Pedazo de víbora cornuda (Vipera ammodytes) que encontró Irena haciendo uno de los transectos 😍

Consejo: Si te cuadran los horarios te recomiendo que al menos pruebes cada estudio una vez. Es muy inspirador ver como trabajan el resto de los equipos.

         

                          

1. Wouter y yo haciendo de investigadores que investigan mucho. 2. Yo haciéndole de asistente ornitológica a Frank que tenía una mano menos. 3. La víbora cornuda a la que despertamos de la siesta.

10. ¿Qué tal con los compañeros?

Lo mejor de la expedición. Hasta les dediqué un post especial en IG . La mayoría eran ingleses aunque también tuve compañeros de Holanda, Hungría, Bulgaria y hasta de EEUU, como nuestro experto en reptiles que recorrió medio mundo para acompañarnos en esa aventura.

Vas a estar conviviendo con ellos y compartiendo historias, problemas, bromas y anécdotas. Vais tener intereses en común y vas a descubrir con ellos intereses nuevos. Vas incluso a darte cuenta que no todos los ingleses son secos y que tienen su corazoncito y a veces muestran alguna emoción 😜- educados sí, todos son muy educados. Van a ser tu familia durante varias semanas y lo vas a pasar genial gracias a ellos. Al final serán tus amigos y los echarás de menos cuando la expedición acabe pero lo bueno es que mantendréis el contacto. De hecho, Irena se viene muy cerquita a hacer un máster de comportamiento animal y ya estamos haciendo planes para quedar, que no se diga.

Mi familia durante más de un mes 

Como resumen, si tienes unas semanas libres en verano, es una experiencia que recomiendo tanto por lo que aprendes como por los amigos que te llevas. Si yo pudiera lo haría cada año, aunque quizá con otro destino para descubrir nuevos sitios.

Si te ha quedado alguna duda en el tintero o algo no ha quedado claro:

👉 Pregúntame en canal de telegram del Biogrupo

16 de junio de 2020

Participa en una expedición estudiando cetáceos desde Canarias al Golfo de Guinea

EDMAKTUB Expedition Gulf of Guinea 2020.

Do you want to be part of the team?

We look for collaboration with other local or international groups

The EDMAKTUB association announces its next Gulf of Guinea Expedition
2020 within the SACET Project (South Atlantic Cetacean Project).
Departing from Las Palmas de Gran Canaria the expedition will travel the
west coast of Africa until reaching the Gulf of Guinea. The project
consists in obtaining maximum data on cetaceans both during the journey
and in the gulf area. At the same time, all possible information will be
obtained on all species of marine animals, oceanographic conditions and
the presence of waste and/or plastics. The project aims to collaborate
with both local and international organizations by offering the
possibility of sharing information, collecting data or samples and
participating in campaigns. The countries in the Gulf of Guinea where
work is likely to be carried out are Sao Tome and Principe, Equatorial
Guinea and Gabon, without excluding other possibilities and also
depending on the situation of each country during the expedition, in
respect to both the Covid19 pandemic and the collaborations available
that will allow us to carry out research in them. The scheduled dates
are from July to December 2020.

More information on the webpage
http://www.edmaktub.org/en/sacet-project-gulf-guinea/

We invite any, especially local, entities from any of the countries in
this area and also internationally, that may be interested in
collaborating and/or participating and in obtaining data and / or
collecting samples.

At the same time, up to four people who want to participate in the
expedition are required, prioritizing, if possible, the ability to
depart from the Canary Islands or to join the team at one of the
possible destinations. We are looking for anyone who has a profile in
marine sciences, specific knowledge of cetaceans is not necessary.
Knowledge of photography and video documention and social networks would
be an important asset. It is important to have a minimal level of
nautical experience as a lot of time will be spent on board.

We are also opening up the possibility to those who do not have so much
time and want to participate in periods of at least 10 days- contact us
to organize this option that will be provided from August 20 to December 15.

As it is not a funded project, those who form part of the team will have
to finance their own travel expenses to and from the point of departure,
and although it will not be a paid activity, they will not have any
expenses while on board. People who want to participate for short
periods will have to make a financial contribution.

If you have questions and are interested in joining us, write to us at
info@edmaktub.org

If you know someone interested please share!

--
???????-------------------
Eduard Degollada Bastos DVM PhD
President Associaci? EDMAKTUB
www.edmaktub.org
Fb edmaktub
Youtube edmaktub
Email edmaktub@edmaktub.org
Ph +34630038829

27 de junio de 2019

Tras los pasos de Miguel de la Quadra-Salcedo: Mi experiencia guiando una expedición al Amazonas con la British Exploring Society (Parte I)


Hace un millón de años, allá por 1994, un Fernando mucho más jovencito que el que esto escribe estaba comiendo leche con galletas delante de la tele.


Sus ojos estaban fijos en la pantalla y la cuchara goteaba leche, a medio camino entre el tazón y la boca abierta. ¡Su programa favorito iba a comenzar!

El programa se llamaba “La ruta Quetzal” y Fernando soñaba con participar.

Cada año, un grupo de suertudos (quiero decir: creativos, inteligentes…) chavales se iba de expedición por Iberoamérica, para aprender sobre su cultura e historia.

A mí, he de confesar, por aquella época, la cultura y la historia me la traían un poco al pairo. Bueno, tampoco es eso, pero en comparación, lo que me motivaba de verdad, lo que me hacía verter la leche con galletas en la faldilla del brasero, eran las imágenes de los chavales en la selva, bajando en canoas por el Amazonas, dando machetazos a través de la espesura.

Uff, cómo se me caía la baba con la selva.

Y encima no se iban solos. No, los guiaba uno de mis héroes: 

Don Miguel de la Quadra Salcedo.



Don Miguel


A ver, jóvenes lectores. A aquellos de vosotros que no lo conocísteis... ¿Cómo os os puedo transmitir lo increíble que era don Miguel? Venga, os cuento un poco sobre él:

Era la leche. Como una mezcla entre Indiana Jones y el Capitán América

Estudió agrónomos en los años 40, en Navarra, España. Allí, muy pronto descubrió que era bastante bueno lanzando cosas muy lejos, así que empezó a practicar jabalina, martillo y disco.
Acabó siendo campeón nacional 9 veces.

En los años 50, un paisano navarro le enseñó una forma diferente de lanzar la jabalina, girando varias veces sobre sí mismo al modo pastor. Al poco de practicar ya superaba el record mundial por 20 metros (!). Vascos tenían que ser… 

Desafortunadamente, la federación internacional dijo al verlo “¡Dónde vas, animal! ¡Que vas a cargarte a alguien del público!” Y no le permitieron usar la técnica en los Juegos Olímpicos de Melbourne '56, donde seguro hubiera barrido.


En 1960 participó en los Juegos Olímpicos en Roma, viajando hasta allí desde España con su hermano, los dos en una vespa. Más tarde, ese mismo año, fue a Chile, a participar en los Juegos Iberoamericanos. 

Allí Miguel se empezó a desmadrar un poco más. Cuando el resto de la delegación española volvió a casa, Miguel decidió aprovechar el viaje y quedarse por la zona. Se hizo camionero en los Andes, y cuando ahorró algo de dinero, se compró un pasaje para ir a la Isla de Pascua. 

A los tres meses se había aprendido todas las leyendas e historias de todas las piedras de la isla. El pobre se aburría. ¿Cómo escapar de la isla?

Fácil: se enroló en un barco ballenero 🤦‍♂️

Con el dinero que ahorró emulando al capitán Ahab, se compró una cámara y varios rollos de película y se fue al Amazonas, donde estuvo perdido durante 3 años. 

Allí vivió todo tipo de increíbles aventuras. Buscó oro, trabajó de guía, explorador y de investigador en etnobotánica para el gobierno colombiano. Se hizo amigo de mil y una tribus indígenas, a las que impresionaba con su habilidad en lucha greco-romana y lanzando la jabalina.

Cuando regresó a España, se fue a las oficinas de TVE, y dejó a todos con la boca abierta con las imágenes y videos que trajo del Amazonas. 


No hubo más remedio que darle un empleo como reportero.

Su primera misión fue en el Congo, donde casi muere rescatando el tesoro de unas monjas españolas. Le salvaron de morir, en el último segundo, unos amigos cubanos derrapando en un jeep frente al pelotón de fusilamiento. Como en una película de James Bond.


Así, durante un par de décadas, estuvo dando tumbos alrededor del mundo, cubriendo todas las guerras, desastres y conflictos. 

Su mujer, Marisol, otra aventurera, se iba con él a menudo. Se casaron en Japón y, en su luna de miel, se fueron juntos a cubrir la guerra de Vietnam. Juntos descendieron el Amazonas en una balsa de madera junto a su primer hijo, Rodrigo, en una gran aventura emulando la Jangada de Julio Verne.


Más tarde en los ‘70, empezó a grabar documentales históricos sobre aventura y exploración: Marco Polo, Amundsen, Orellana… 

En algún momento debió pensar que se estaba encasillando, así que se buscó otro entretenimiento: Se unió al Circo Ruso, como domador de leones (!)

Es casi imposible seguir el rastro de todas las cosas que hizo...

Hombre, pues claro que también entrenó en Texas para ser astronauta!😂
La mejor parte comenzó en 1979, cuando el Rey de España le sugirió que organizase un evento de aventura y cultura anual para jóvenes con el objeto de recuperar y fortalecer los lazos históricos y culturales que unen a España con Hispanoamérica. 

¡Y así nació la Ruta Quetzal! Chavales de todos los países de habla hispana, más Portugal y Brasil, juntos en expediciones increíbles, explorando lugares históricos en España y América.

¡Y dando machetazos por la selva! 

Y es que, como dijo García Lorca al volver de Buenos Aires: "El español que no conoce América no conoce España". (Voto a Dios que así es, me dice siempre mi amigo Pedro Llanillo, ex-participante de la Ruta Quetzal, viviendo ahora en Chile).



¿Te imaginas qué pasada participar en una de esas expediciones?

Pues, desafortunadamente, yo también me lo tuve que imaginar, porque nunca me seleccionaron :(

Pero...

20 años más tarde...

Septiembre de 2016. Un no tan joven Fernando está comiendo leche con galletas frente a la pantalla (sí, qué pasa, me siguen gustando).

La cuchara otra vez a medio camino, goteando sobre unos papeles. Pero ahora no estoy mirando la tele, sino 35 pestañas del chrome, papers sobre parásitos de peces y una página de Word con cuatro párrafos inconexos

Llevaba toda la mañana tratando de avanzar en mi proyecto, mi plan para solicitar financiación para mi siguiente contrato de investigador postdoctoral. Y la cosa no iba bien, me estaba quedando dormido.

Y así, con esa habilidad extraordinaria que tiene mi cerebro para procrastinar, me puse a pensar en la selva.


Una cosa llevó a la otra y acabé en iNaturalist, que me llevó a la wikipedia, que me llevó a realizar en google búsquedas tan complejas como “trabajo selva biólogo” o “scientist jungle adventure”.

Y entonces me topé con esto:


British Exploring Society

British Exploring Society es una organización benéfica británica que lleva desde 1932 organizando expediciones a lugares remotos. El principal objetivo de estas expediciones es proporcionar experiencias enriquecedoras a través de la ciencia y la aventura a jóvenes valientes.

¡Como las expediciones de Don Miguel, pero en plan científico! Ahí es na.

Esta organización, para mi gozo, buscaba un biólogo aventurero que quisiera participar, de manera voluntaria, en una expedición a la Amazonía Peruana.
En 15 minutos había enviado la solicitud. Reconozco que era más fácil que escribir mi proyecto, pero aún así me sorprendió lo poco que me costó rellenarla: ¡Una señal inconfundible de las ganas que tenía de escaparme!

A los pocos días recibí la alegre noticia: Había sido seleccionado para una entrevista en Londres, en la sede de BES, que no es otra que el emblemático edificio de la Royal Geographical Society (!), y me daban a elegir entre varias fechas a finales de Noviembre.

Iba a ser interesante, ya que justo cuando me llegó el correo estaba mudándome de vuelta a Suecia después de dos años viviendo en Texas, e inmediatamente después de llegar a Estocolmo, tenía que cambiar de mochila e irme un mes a Zambia a hacer trabajo de campo… hasta finales de Noviembre.

Iba a estar más perdido en esa entrevista que un garaje en un pulpo.

¿Y aquel proyecto para el postdoc? No volví a abrir aquel archivo...

Mi casa frente al lago Tanganyika

La entrevista


El 20 de Noviembre aterricé en Estocolmo con jet-lag, una infección de oído gordísima y, probablemente, una docena de parásitos africanos después de un mes buceando en el lago Tanganyika.

Unos días después, agarré mi petate de mano, un vuelo de esos de ir de pie, y me fui todo contento para Londres.

He intentado varias veces quedarme a dormir en el Museo de Ciencias Naturales, pero siempre me acaban echando. Esta vez me quedé en un albergue que hay enfrente y así, al menos, podía babear mirando por la ventana.


Como te contaba antes, para la entrevista me habían citado en la sede de la Royal Geographical Society, alli frente a Hyde Park. ¡Tener ahí al dr Livingston mirándote le daba bastante caché a la cosa!


Allí me encontré con un montón de gente que también venía a la entrevista. 

Nos habían sugerido que vinieramos preparados para posibles actividades al aire libre, así que aquello parecía el campo base del Everest: botas, mochilas, brújulas, goretés… Enseguida empezamos a charlar y a descubrir que éramos todos unos frikis con mentalidades similares.

Nos llevaron a una sala y allí nos presentamos, uno por uno, describiendo brevemente nuestros perfiles y diciendo en qué rol y expedición estábamos más interesados.

Después nos pusimos a jugar todos juntos en plan colaborativo (típica entrevista grupal, bajo la atenta mirada de los organizadores). Los juegos estaban diseñados para mostrar cómo nos desenvolvemos en grupo. Nuestra asertividad, liderazgo, capacidad de conciliación... La verdad es que fue muy interesante… ¡y una risa! 

Mi consejo para este tipo de entrevistas: relájate y diviértete. 


Más tarde nos proporcionaron unos mapillas así un poco especiales (con pequeños errores y trampas) y nos pidieron que, en pequeños grupos, organizásemos una expedición por Hyde Park, donde tendríamos que realizar varias pruebas y dar una pequeña charla relacionada con nuestra especialidad.

Yo no había tenido tiempo de preparar nada, pero empecé a hablar del comportamiento de las aves y de cómo se comunican a través del color de su plumaje. Como siempre, me emocioné contando anécdotas y curiosidades y parece que aquello les gustó.

Por último, tras el almuerzo, nos entrevistaron individualmente, profundizando en nuestra experiencia y tratando de averiguar cómo responderíamos ante diversos escenarios.


La verdad es que fue una de las entrevistas más completas que he realizado nunca, lo cual dice mucho de la Sociedad. Tanto esfuerzo y cuidado a la hora de seleccionar el equipo de guías explica porqué las expediciones acaban siendo una experiencia inolvidable para todos los afortunados que participan.

Y, bueno, ¡esta vez sí que fui uno de los afortunados! 

Al poco tiempo de regresar a Suecia me confirmaron que había pasado el “assessment” y que era ya guía aprobado de la British Exploring Society. Y unas semanas más tarde me confirmaron que tenía plaza asegurada en la siguiente expedición a la Amazonía Peruana como “Science Leader”. Yippiiie!

El entrenamiento

No sólo la entrevista fue exhaustiva. Una vez confirmada nuestra participación como guías, empezaron a definirse los planes y, durante varios encuentros de fin de semana en distintos lugares de Inglaterra, recibimos un montón de formación general y específica para nuestra expedición.

El primer fin de semana fue una introducción al Ethos de la Sociedad, sus protocolos y filosofía. Recibimos un millón de seminarios sobre lo que significa ser un guía, cómo facilitar la comunicación, resolver conflictos, seguridad, e información específica sobre los distintos roles dentro de la expedición.


También fue una oportunidad estupenda para conocernos unos a otros. Compartiré una anécdota que muestra una vez más el excelente resultado del proceso de selección:

La noche del sábado, tras terminar los seminarios del día, nos sentamos junto a una mesa 7 u 8 personas. Allí había científicos, médicos, maestros, deportistas… Gente de muy diversos ámbitos y edades muy variadas. Comenzamos a charlar y, en algún momento, alguien contó una anécdota aventurera de un cruce de fronteras entre países remotos y exóticos. Todos reímos y una chica conectó esa anécdota con otra propia, cruzando otra frontera en algún lugar ignoto. De nuevo reímos y, una vez más, otra persona tomó el testigo y contó otra batallita similar. Y así, de forma casual, uno por uno, todos los presentes en aquella mesa terminamos contando una anécdota fronteriza. ¡Todos! 

Sin lugar a dudas, una de las mejores ventajas de formar parte de la Sociedad es la oportunidad de conocer a gente tan loca como yo.

Al mes siguiente, nos reunimos de nuevo un fin de semana en un campamento de los Scouts, en una región muy bonita y agreste de Inglaterra: el Lake District. El objetivo, esta vez, era recibir formación específica sobre cada expedición.

Jess, una de nuestras médicos, practicando amputaciones
En nuestro caso, como miembros de la expedición Amazónica, practicamos técnicas de orientación, seguridad en zonas acuáticas, uso de herramientas (ahí todos dando machetazos), y aprendimos sobre medicina e higiene, fauna y flora locales, supervivencia y “bushcraft” (vamos, cómo apañárselas en la selva con pocos recursos). 

Por último, empezamos a definir los proyectos que llevaríamos a cabo y planificamos la logística de la expedición.

Conociendo a los expedicionarios

En Abril, nos reunimos en otro campamento Scout, cerca de Oxford, donde recibimos por primera vez a nuestros jóvenes exploradores. ¡Cuánta ilusión y ganas de aventura!

Allí les presentamos los planes de la expedición, conocieron a sus compañeros y a los que seríamos sus guías, y practicamos juntos múltiples escenarios como entrenamiento.

¡Alguien se ha roto un tobillo! ¿Qué hacemos?
Para ello, nos organizamos en “fires”, grupos más pequeños de 8-12 personas, llamados así desde tiempos inmemoriales por ser el número ideal de exploradores que se pueden reunir junto a una hoguera de campamento.

Cada fire suele tener como monitores fijos a un guía científico y un guía de aventura durante toda la expedición, y durante periodos cortos, una rotación de varios “trainee leaders” o monitores en prácticas, médicos, y otros integrantes del campamento base.

Mi monitora de aventura, Hannah Findlay, explicando cómo de grandes son las arañas en el Amazonas
Yo viví aquel fin de semana desde dos puntos de vista: Como guía, preparando y motivando a los chavales para la expedición, pero también como aquel joven Fernandito que soñaba con ir de expediciones. 

Fue fantástico ser testigo directo de la emoción que estarían sintiendo esos jóvenes exploradores, a punto de zarpar en la primera gran aventura de sus vidas.

En Mayo nos reunimos por última vez antes de la expedición, para realizar un curso intensivo de primeros auxilios. Algo que, por cierto, recomiendo encarecidamente a todo el mundo, vayas o no a una expedición. 

Espero que nunca tengas que poner en práctica lo que aprendas pero te aseguro, desde mi propia experiencia, que te alegrarás de saber un par de cosillas si la situación lo requiere.

Durante todo este tiempo, los integrantes del equipo de monitores estuvimos en contacto, planificando en más detalle la logística del viaje, los proyectos… y chafardeando, ya como amiguetes, en un infame grupo de whatsapp.

Ya estábamos listos para la expedición... 

Pero eso os lo cuento en la segunda parte :)



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24 de junio de 2019

Following the steps of my childhood hero: My experience volunteering with British Exploring Society

(Puedes leer este artículo en español aquí)

Almost a million years ago, back in 1995, a very young Fernandito was eating cookies with milk in front of the TV.

His eyes were wide open and the spoon, dripping milk, was hovering motionless, halfway between the bowl and Fernando's mouth. His favourite show was about to start! It was called “La Ruta Quetzal” and it was an exciting competition for young students, who had to prove their knowledge for the chance to go on an expedition with this guy:

Don Miguel de la Quadra-Salcedo

OK, dear readers. For those of you who didn’t know him… How do I explain how amazing this guy was? He was a legend. Some kind of Indiana Jones meets Captain America, with a crazy, crazy life. He studied agricultural engineering in the ’40s, in Navarra, Spain, and soon discovered he was very good at throwing things far away, so he started practising shot put, discus, hammer and javelin throw, and became a national champion 9 times. During the 50’s he developed a new technique to throw the javelin and managed to add 20m (!!) to the world record. Unfortunately, the IAAF (International Association of Athletics Federations) deemed the technique “too dangerous”, and his fantastic records were invalidated. It is thought that being an athlete coming from a dictatorship country might have influenced this decision.


In 1960 he participated in the Olympic Games in Rome (travelling from Spain with his brother on a Vespa!). Later that year he went to Chile, to participate in the Ibero-American Games, and when the rest of the Spanish delegation returned, he decided to stay behind. He worked for a few months as a truck driver in the Andes and, when he saved enough money, he boarded a ship and headed to Easter Island, where he stayed for a while. Three months later, he knew the story of every rock on the island. He got bored and restless... but how to escape? Easy. He joined another ship’s crew, and became a whale hunter (!) for a few months. After that, with the money he saved, he bought a camera and went to the Amazon, where he ended up living millions of adventures. He spent 3 years in the rainforest, leading expeditions, gold digging, and researching ethnobotany for the Colombian administration.

During these expeditions, he became friends with lots of indigenous people, earning their respect and admiration with his javelin and wrestling skills. He witnessed things that no other foreigner had ever seen before.
With some amazing footage, he returned to Spain and went to the National TV, where there was no alternative but to give him a job as a reporter. Soon they started sending them to the most dangerous missions. During the first one, in Congo, he almost died while recovering some Spanish nuns' treasure. He was saved at the last second from a death sentence, by a group of Cuban friends driving an armoured jeep in front of the firing squad, like in a James Bond scene.


Then, for a couple of decades, he went around the world covering all the wars, disasters, and conflicts. His wife, Marisol, also a bit crazy, would often follow him. They got married in Japan, and went together, during their honeymoon, to cover the Vietnam war!

A few years later, they travelled the Amazon river from Iquitos on a wooden raft with their first son, Rodrigo.

Later, in the seventies, he started shooting historical documentaries, mainly about adventure and exploration: Marco Polo, Amundsen, Orellana... Oh, and somehow in those days, he ended up in the Russian Circus, working as a lion tamer 🤦‍♂️.

It’s almost impossible to keep track of all the things he did.


Yes, of course he also trained to be an astronaut.
But the best part started in 1979 when the Spanish King asked Miguel to organise a yearly event "with the aim of strengthening the Hispano American Community of Nations".
The plan Miguel designed was to select a few hundred kids from all Spanish speaking countries (plus Portugal and Brazil) and take them on amazing expeditions exploring historical places in Spain and America, studying the common history and shared cultural values, as well as the wealth of precolombine cultures and their mixture. But, to me, the most alluring part was the jungle. Hammocks under the tropical rain, hiking through the green hell with my machete… Can you imagine how cool must have been to join one of those expeditions? Unfortunately, I also had to imagine it, because I was never selected and had to settle for watching the expedition every year on TV :(

But no worries, this story has a happy turn!

20 years later...

A slightly older Fernandito is again eating cookies with milk (yep, I still like that), spoon hovering and dripping, eyes wide open… but this time he’s not watching TV. I was reading a scientific paper on host-parasite dynamics, while writing a new proposal for my next postdoctoral grant application. I had been at it the whole morning and by now I was tired and, must confess, quite bored… And so, with the extraordinary ability to procrastinate that my brain has, I started thinking about the rainforest.
The rainforest had never stopped to allure me. By then, I had been to a couple of them in Australia and on Trinidad, but the queen of the rainforests, the Amazonia, had managed to escape from me so far. When was I going to plan a trip?? I sighed and went back to work. For 5 min. One, two, three-four-five... With a click of my mouse, I sent the postdoc application to a dark corner of a random folder in my laptop, opened Google and typed:
“Jungle job biologist”
And this is one of the first things I found:


British Exploring Society is a youth development charity which has been organising expeditions to remote locations since 1932. The main aim of these expeditions is to provide enriching experiences for young explorers through Science and Adventure. Just like the expeditions with Don Miguel! Pure awesomeness. This society, to my utmost joy, was looking for an adventurous biologist who wanted to participate, as a volunteer, in an expedition to the Peruvian Amazon. After the whole morning trying to write two lines of my postdoc application, it took me roughly 10 min to write 5 pages for this one and send it. A few days later I was selected for an interview in London, at the Royal Geographical Society building (!), with practical tests and mock expeditions in Hyde Park. It was, hands down, the most thorough and fun interview I ever “suffered”.

By the end of the year, I received the good news: I had been selected to participate as a Science Leader in their next expedition to the Peruvian Amazon!! ... And that postdoc application is still forgotten somewhere in my laptop.

The Expedition

It is extremely hard to transmit with simple words the explosion of feelings you are blasted with after five weeks sleeping in a hammock in the rainforest. You’d need to experience it to understand it!

Photo: Hannah Findlay
Waking up to the spectacular sound of the howler monkeys. Salute an epic sunrise while we do a bird survey looking over the river. Enjoying breakfast, sharing antimalarial vivid dreams, missing-home feelings, and funny night-expedition-to-the-latrines anecdotes.

Planning the day over a map, assigning roles in the team. Packing machete, compass, bannock bread (lembas!) and scientific gear. Starting the route, walking the narrow paths in single file, observing tracks, fauna, and flora along the way.

Surveying streams, identifying butterflies, reptiles, amphibians, birds… Hiking up the creek in search of the source, making our way among the lianas. Settling in a new satellite camp, hanging our hammocks -bartering for the best trees- and tents. Cooking and having dinner, telling stories, playing games.



Deciding, once more, that tonight we’ll go to bed early; then changing our minds again for another night walk to look for snakes, glass frogs, amblypygids.



Coming back to camp destroyed, but incredibly happy. Getting in the hammock and falling asleep, attempting to write in the journal, lulled to sleep by the night sounds, rocked gently by the jungle breeze.




What has meant to me to volunteer with British Exploring Society?

Apart from becoming my childhood hero, you mean? (all things *not* being equal, of course, there will never be another Miguel de la Quadra!).
Wait a minute. I’m inspiring young people! In the rainforest! I’m Don Miguel!! Photo: Alex Mallison.
That moment in the photo, I promise you, was a sudden instant of realisation. Finally, I had achieved my dream of going to la Ruta Quetzal… ...as an expedition leader! If I’m honest, when I applied to go on an expedition with BES, youth development was not high on my ranking of motivations. I just wanted to go to the Amazon! Luckily, my selfish motives didn’t trigger any warnings during the job interview in London. Or perhaps they did, but BES staff knew that it didn’t matter: Those brilliant young explorers would end up winning my heart and, inevitably, become the absolute highlight of that experience, and the reason I keep coming back to volunteer again and again. If that weren’t enough, there are other great things that happened after joining the Society:

Many more incredible adventures

After that first experience, I came back to civilisation, thirsty for more adventures. BES upped the game and offered me a new challenge: Exploring the Canadian Yukon, this time as Chief Scientist of the expedition. Bears, wolves, Northern Lights, canoeing a distance equivalent to the one between London and Paris...




After the expedition per se, I even stayed for another week, recceing a large area by truck and canoe, with the aim of improving future expeditions.

It was EPIC. After that, I participated in a pilot program in the UK, then in another wonderful short expedition to Scotland last April… And, in August 2019, the ultimate adventure! A heroic journey to the land of the sagas. We sailed from Scotland to Iceland on one of the largest wooden tall ships in the world. A proper pirate ship! 👇


And then we hiked across Iceland! Climbing volcanoes, crossing rivers, stalking arctic foxes…
I stopped shaving altogether.

Meeting amazing humans

Jim Rohn, an American entrepreneur and motivational speaker famously said:
“You are the average of the five people you spend the most time with.”
Well, if working with young people was the unexpected highlight of these expeditions, spending all that intensive time working alongside other leaders, staff, and members of the Society was, undoubtedly, the catalyst for the start of a Golden Age of my life. Mmm… that sounds like I’m becoming an old lady or something. Maybe I’ll rephrase it later. No, seriously. Amazing, incredible people. My “average” has gone through the roof after meeting them, and it’s still trying to catch up.
“British Exploring Society manages to gather a very special kind of people as expedition leaders - experts of thinking out of the box, incredibly gifted misfits who dare to be different and love sharing their enthusiasm.”

The effect of these lovely misfits on my life goes all the way from the personal to the professional, and I don’t have the space or time to thank them all today. You all know who you are and how much I appreciate you.

What I’ll share today is a couple of examples of the generosity and pure awesomeness of these people and the ripple effect that their kind gifts are still having on me:

Alex Gregory and public speaking

I always get nervous when speaking in public. Particularly just before speaking. Back in Academia, when I had to present something in a conference, I would be nervous for several days before the event, reaching a scary point, close to total incapacity, seconds before my "performance". It’s a bit better when I talk out of Academia and the impostor syndrome is a bit milder. Still, imagine the crippling fear when BES invited me to talk briefly about my experience as a scientist on a British Exploring Society expedition… ...at the Royal Geographical Society! Imagine! Darwin, Wallace, Livingston, Burton… probably they all talked there! I did what I could 😅

There were many friendly faces in the audience: other expedition leaders, members of the staff... but it was also full of scary, famous people. One of them was Alex. Alex Gregory is a double Olympic Gold medallist, an adventurer and Arctic explorer, an author and, most importantly for this anecdote, an inspiring and experienced speaker. As a former participant in a BES expedition, and nowadays also a patron and a Fellow of the Society, he was sitting in one of the front rows, whilst I was up there mumbling things about Science and Adventures, with my thick Spanish accent. When I finished talking and went down the stairs, Alex approached me, shook my hand… And then he said something to me that, somehow, has had one of the most dramatic effects to date on my self-esteem.


I don’t know why or how, but his kind words (almost) cured me! Now, every time I have to go up some stage, I channel my inner Alex and off I go! No wonder he is sought after by all kinds of companies to make superheroes out of their employees… Thank you, Alex :)

Emma and the rainforest


Emma Brennand is a freelance filmmaker, producer, and adventurer who joined the 2018 BES expedition to the Peruvian Amazon as their volunteer Media Leader. Apart from mentoring, guiding, and keeping everyone safe, she carried along metric tons of filming gear, and shot hundreds of hours of footage, to give this beautiful present to the young explorers. Back in Bristol, where she’s based, she went by the BBC Natural History Unit to say hi to her mates - Oh, yes, I forgot to mention that she often works there, doing cool stuff such as the EMMY & BAFTA winning series Planet Earth II. You might have heard about it. There, she heard that her friend Chadden Hunter -also a legendary producer and director of blue-chip nature films- was looking for a field assistant to support a filming expedition to the rainforest. A few days later, whilst hiking in Spain, I received one of the most exciting emails a field biologist can get. And a few weeks later I was working in South America… On this!


Emma (and Chadden!), you rock.

Volunteering with BES helped me in a difficult moment of my life

Do you know why it was so hard for me to write that postdoc application? I was burnt out. It’s happening a lot in Academia. The main cause is that the most coveted position you can attain, the most advertised and desired, it’s also the most difficult to reach.


“The Scientific Century: Securing our Future Prosperity”, Royal Society Policy document, 2010.
But that was not my problem. I mean, not saying that it would be easy for me to get that Professor job! No, of course not. My real problem was that I wasn’t sure if I wanted that job! You see, I studied biology to be outside, observing animals.

Most professors I know, however, spend their time roughly like this: 1) Writing grants 2) Sending students to the field to get data. 3) Fixing what those students write after analysing the data. A few lucky (and/or very intelligent) ones get to go to the field for a few days, maybe a few months at most, but usually they must go back quickly to feed some bureaucratic monster. I hadn’t studied and worked so hard for all these years to end up behind a desk, but that was exactly where the system was pushing me to. And, what was the alternative? “Are you going to give up?” “Such a pity, all that effort for nothing…” I was torn. But the problem was easy to solve. I had become too stressed, thinking about what I wanted to be, instead of focusing on what I wanted to do. The people I met through BES helped me remember that important difference. Now I do more of the things I enjoy, including something I didn’t know I could be good at: Helping young people develop into confident adults. And not only on expeditions! I’m SO stoked to be supporting a course to help early career conservationists to find their first job. Perhaps my experience becoming a mercenary biologist will also give confidence to not-so-early career switchers ;-) "not-so-early" 😂 Don’t worry, “older” colleagues. Let me finish this monster post with one last story:

A few days ago I phoned Sol de la Quadra-Salcedo, the daughter of my childhood hero. 

I just wanted to ask permission to use the photos of this post, but we ended up talking for 40 minutes about expeditions, youth development, and the never-ending energy of her father. 

She told me about that day when Miguel, already 84 and bedridden, removed his intravenous drip and the oxygen, and run away from the hospital to be, one last time, with his young explorers. 

They were being received by the King of Spain at the Palace. When Miguel appeared there, chased by doctors, the King laughed and said: “Of course, we know that nothing could stop you”. 

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Thank you, British Exploring Society, for not only changing the lives of the young explorers, but also the lives of their expedition leaders. I hope to be still leading expeditions with you when I’m 84! 

After all, as Don Miguel once said:
"I found that which Ponce de Leon so hard looked for: the Fountain of Eternal Youth. I discovered that the trick is to maintain your curiosity and to be surrounded by young people. If you do that, you will never get old".




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